Se conceden menos créditos hipotecarios (- 42 %), por menor importe (hasta un 20% menos, situando el cuantía media de una hipoteca en 105.000 €) y con unos intereses más elevados.
En junio de 2013, mes en que la morosidad alcanzaba en España el 11,6 %, se concedieron 14.000 hipotecas, un 42 % menos con respecto a junio del año anterior.
En noviembre de 2012, con la tasa de morosidad marcando otro record, el 11,38 %, se firmaron 19.155 préstamos hipotecarios.
En agosto del presente año, según el Banco de España, la morosidad se ha situado en el 12,12 % (el 15,02 % si anulásemos el efecto estadístico de la Sareb o banco malo).
Por otro lado comprar una vivienda ha dejado de tener el mismo atractivo. El precio de la vivienda lleva años devaluándose (riesgo de mercado), y se tarda más que antes de la crisis en vender una vivienda (riesgo de liquidez). Por estas razones muchas familias se decantan por el alquiler.
Pero, aún estando interesados en la compra, muchos clientes no solicitan hipoteca: el exceso de oferta derivado del stock de viviendas, que se estima entre 700.000 y 800.000, abarata los precios llegando a poner al alcance del ahorrador la posibilidad de compra sin recurrir a la financiación.
En el horizonte, brotes verdes. Moody´s ha previsto que “la contracción económica de España tocaría fondo en la 2ª mitad de este año”. Según Ángel Cano, consejero delegado de BBVA, para ver un descenso de la morosidad todavía “habrá que esperar hasta el 1º ó 2º trimestre de 2014”.
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