Bankia
delegó la admisión a trámite de las solicitudes de arbitraje a la consultora
KPMG, cuya objetividad o independencia podrían ponerse en tela de juicio muy fácilmente,
dado que KPMG había asesorado y asesora a Bankia en cientos de reclamaciones
judiciales.
Días
antes de Navidad, el 18 de diciembre, se recibieron masivas resoluciones de denegación
en las oficinas de Bankia. Entre ellas, todas aquellas solicitudes de los
empleados y ex empleados de la entidad, y también aquéllas en las que éstos
aparecían como co-titulares o autorizados de participaciones preferentes y obligaciones
subordinadas, dejando patente cuál sería en estos casos su estrategia de
defensa.
Aún si
se ha solicitado el arbitraje, al no haber aceptación del laudo cabe ejercitar
la vía judicial. Despachos como Arriaga Asociados, o asociaciones como Adicae,
tienen hasta la fecha unos altos porcentajes de éxito en los tribunales.
Según V
Abogados, el principal argumento para la denegación es una razón objetiva: la
cantidad dotada superaba las previsiones de Bankia y del FROB.
Bankia
comercializó 5.000 MM€ en preferentes a 300.000 clientes afectados. Se decide
dotar un fondo de 1.500 MM€ para atender 182.579 solicitudes de arbitraje
recibidas. La cantidad destinada iba a dejar desprotegida a una gran cantidad
de personas.
V
Abogados sospecha que KPMG habría ordenado las solicitudes por cuantía, inadmitiendo aquellas más significativas (i.e.
más de 30.000 €).